A través del mundo entero hay una tendencia en aumento: el ciudadano común y corriente, sin nada más que su educación y su pasión al expresarse, tiene un alto nivel de acceso a la tecnología, como asi también, a toda una fuente inagotable (internet) para difundir esta información. Crímenes ambientales, arte innovador o ideas revolucionarias tienen un público de millones a sólo un par de “click” en el computador. ¿Pero cómo hacemos llegar esa información en una manera entretenida y distinta para una audiencia cada vez más cansada de información y cada vez menos interesada en creer en las comunicaciones o medios? La respuesta es simple, con un tipo de cine documental que promueva el activismo y que puede ser realizado por cualquier persona.